
Innovación de productos y servicios para la supervivencia de Pymes en Costa Rica
Por Zahira Mendoza Alfaro
Fincas agropecuarias integrales y alianzas estratégicas para los servicios turísticos, son la nueva terminología para la supervivencia de proyectos y la mejor apuesta de los pequeños y medianos productores.
Vivir solamente de un oficio es una mala opción para quien labora en sectores debilitados como el agropecuario y el servicio turístico dentro de nuestro país.
Los negocios de Pequeños y Medianos Productores (PYMES) dedicados al sector agropecuario y atención de sectores turísticos han visto sus números en rojo desde los inicios del 2008 con la introducción agresiva de transnacionales y el aumento del consumo de productos de supermercado.
La propagación de hoteles también aumentó hasta en un 47% en las zonas de mayor auge turístico como en la provincia de Puntarenas, el que muestra mejor desempeño, pues del total de permisos de construcción solicitados para proyectos hoteleros en el país, ese cantón representa un 18%, con un total de 13.455 metros cuadrados tramitados, según datos del Instituto Costarricense de Turismo (ICT).
Entonces el sector de servicios dirigidos al turismo sintió también una caída sobre el trabajo diario desde hace un par de años sostenido mayormente por pequeños empresarios de las zonas de mayor comercio turístico.
Aun cuando en los últimos años las capacitaciones y programas educativos de la entidades públicas como las impartidas por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Consejo Nacional de Producción (CNP), el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y por otro lado para los servicios turísticos entidades como Instituto Costarricense de Turismo (ICT) son buenas para el desarrollo se ha visto una mejor opción para la difusión de nuevos productos y servicios con alianzas estratégicas con los más grandes, fortaleciendo las entradas económicas.
El dilema de ofrecer más para atraer nuevos clientes y negocios termina siendo un proyecto de alianzas e innovación de producto-servicio como las claves para subsistir.
La historia básica de los pequeños y medianos empresarios se basa en buscar otras formas de mejorar su venta de productos y servicios convirtiéndose en creativos ante las escasas oportunidades y enfrentándose a mercados internacionales fuertes como transnacionales que abarcan casi todos los sectores.
Para las PYMES, sacar adelante sus proyectos es la pelea de un David contra Goliat de nuestros tiempos.
JOVEN EMPRENDEDOR CREA FINCA INTEGRAL DE PRODUCCIÓN ORGÁNICA
“Soy un pequeño productor, con el sueño de una finca integral de alta producción.”
Juan Manuel Artavia jamás habría imaginado que a sus veinticinco años estaría lejos de las cuatro paredes de oficina legal en las que comenzó trabajando, pero desde hace casi tres años, dejó las actas en gavetas y se aventuró a liderar un negocio porcino en las tierras fértiles en San Lorenzo de Pérez Zeledón que lo vieron nacer.
Hoy es un hombre emprendedor reinventando su negocio, mezclando actividad bovina, porcina, siembras orgánicas de eco invernaderos funcionales y otros que le permitan aprovechar todo el territorio para ofrecer a los consumidores afrontando a los gigantes mercados emergentes.
“Tenemos cuarenta y seis vientres, además de ochenta cerdos de engorde. Empezamos a subir el número… muchos me dijeron que era un mal negocio, pero yo me dediqué a romper paradigmas y me di cuenta de que si uno lleva las cuentas como debe ser, es un buen negocio,” explicó el joven finquero.
Se debe seguir un camino empedrado de tierra roja, para adentrarse al lugar en donde los árboles a su alrededor apenas dejan fluir una corriente de aire que minimiza el calor del sol dominante en un cielo azul claro.
En la entrada hay un aviso, “Finca Porcina Don Teo” pero el reconocedor más cercano era el olor de la parcela juntándose con el sonido porcino de la ya estable granja de producción en la que reproduce cerdo de consumo para varios sectores del país.
La actividad porcina se desarrolla prácticamente en todas las regiones del país, sin embargo, gran parte de las granjas porcinas formales se encuentran en el Valle Central y como Pérez Zeledón, San José y Guápiles, Limón.
La matanza de cerdos en el año 2012 fue de cerca de 500 mil cerdos, creciendo 23%. Lo anterior representa una tasa de crecimiento promedio del 6% anual, dato que indica un creciente dinamismo de la actividad, según cifras del Consejo Nacional de Producción (CNP) El país es deficitario en la producción de carne de cerdo y esto se acentúa de manera estacional, en particular durante los meses de noviembre y diciembre, cuando se da el mayor consumo de este producto a nivel nacional.
La Finca Porcina Don Teo, aunque inició como productora de cerdos hoy es una “finca integral” como lo indica su dueño, es el nuevo término para la supervivencia del finquero costarricense ahora llamada Centro de Producción Don Teo.
El soporte en medio de crisis y leve ayuda gubernamental para el sector agropecuario, porcino y ganadero en muchas zonas del país hace más dura la supervivencia de negocios como éste pero Artavia, encontró una solución en un modelo de producción orgánica de hortalizas, verduras y frutas para ofrecer una opción más saludable al consumidor arraigado a la compra de supermercados.
“La idea es llevar el producto 100% orgánico desde la tierra hasta la casa del consumidor, además aprovechamos los desechos para alimentar a los animales y dar sostenibilidad ecológica a todo el espacio,” aseguró Juan Manuel Artavia.
Tener un pedazo de tierra y convertirlo en una zona productiva para la gente esa es la finalidad de su negocio, pero para ello tuvo que conocer la naturaleza de las cosas, estudiar los procesos de cultivo y capacitarse en los diferentes ámbitos.
Reconoce que la agricultura ha pasado de ser un modelo de producción masiva con controles de químicos y que la agricultura orgánica como alternativa logra beneficios ambientales y familiares, dejando una mejor rentabilidad económica al disminuir costos o generar productos con mayor valor agregado.
“Con el tiempo y el avance hacia la integralidad los modelos de producción orgánica se vuelven más resilientes, tienen mayor capacidad de resistencia a las presiones externas y desarrollan características que les permiten mantenerse y desarrollarse positivamente a pesar de las dificultades” indica el agrónomo y consultor Hernando Cárdenas investigador de procesos en la Universidad Nacional en proyecto para el auge de la finca orgánica.
“Soy un pequeño productor, con el sueño de una finca integral de alta producción, estoy aquí porque amo con alma lo que hago, me apasiona y no me veo haciendo otra cosa,” sustentó Artavia.
SERVICIOS TURÍSTICOS EN MONTEVERDE SE APUESTAN A ALIANZAS Y NUEVOS SERVICIOS
Ofrecerle más al cliente y aliarse ofreciendo pequeños servicios turísticos a las grandes empresas para turistas extranjeros y nacionales, es la nueva propuesta para quienes tienen negocios en la zona de Santa Elena, Monteverde
Freddy Mejías Fonseca, aprendió a vivir de guía para el avistamiento de aves y perezosos aunado al alquiler de habitaciones de su hotel “La puesta del Sol”.
La sostenibilidad de su negocio, encontró que se daría a partir de no solamente ofrecer un servicio sino varios y unirse a las grandes empresas sustentadas por el bosque nuboso, ofreciendo la posibilidad de seguir maravillando a turistas estadounidenses y europeos que llegan a la zona para estudiar especies o para el disfrute turístico de nacionales y extranjeros por igual.
“Unos suecos me llamaron, querían ver un pájaro sombrilla, conseguí un telescopio les mostré el camino a donde estaba el pájaro y entonces hace trece años comencé a guiar. Tenía más ingresos guiando que por el alquiler de mis cabinas, cobraba $15 por persona, vi un nuevo negocio para subsistir” agregó Mejías.
El experto en aves, sufrió los efectos de la caída en el sector turismo después de una crisis que recuerda, inició en el año 2008.
Aun así no se deja derrotar por los indicadores económicos y complementa su actividad como pequeño empresario de su hotel en conjunto con la guía de personas para que puedan observar la variedad de aves y perezosos de la zona.
“En la guía de aves uno va agarrando experiencia por la práctica en escuchar el canto y reconociendo áreas de frecuencia para la anidación y la búsqueda de comida de las especies. El pájaro campana es uno de los mayores atractivos pero solamente migran en junio pero los osos perezosos son muy buscados todos los días por el turista aunque antes veía hasta siete perezosos de dos dedos, su reproducción es muy lenta,” explicó.
Por otro lado pequeños productores como Marco A. Salazar se dedican a buscar clientes para ofrecerles un casado, un ceviche o algún otro platillo tradicional en su restaurante Bonanza en el centro de Santa Elena Monteverde.
“Se llama Bonanza porque me ha traído bendición, es un premio para quienes necesitamos subsistir y yo lo vi como un buen negocio. No compito sino que hago alianzas con hoteleros y guías de montaña, trato de ofrecer a los dueños un servicio completo y más barato,” agregó Salazar.
Insiste en que los turistas y sobre todo los estudiantes son su mercado, buscan que se les ofrezca los tres tiempos de comida que representen la cultura costarricense aunada a pasar un excelente momento con la naturaleza en un menor precio y eso se logra con las alianzas de varios negocios.
“Uno debe darle al cliente lo que pide, intento conocer sus gustos, y buscan la tradición pero sobre la calidad, puedo recibir veinte turistas y llenar mesas para generar un servicio en menor costo, les cobro $10 por un casado completo, cuando en otros lugares conseguirán en $20,” explicó.
Los hoteles de la zona han recibido bien las propuestas de entretenimiento turístico de emprendedores y terminan siendo buena opción para los consumidores extranjeros y nacionales.