
SE LOGRÓ SALVAR Y EJECUTAR PRÉSTAMO PARA MEJORAR OBRAS EN ÁREAS PROTEGIDAS
- $25 millones estuvieron a punto de perderse por mala ejecución. Al comprometerse de lleno Gobierno logró junto con grupos comunitarios concluir y crear encadenamientos productivos para hacer del eco-turismo una alternativa de desarrollo local.
- Durante el 2017 se logró concluir. Hoy la Infraestructura mejoró en 10 y son una realidad en el Refugio Nacional de Vida Silvestre Mixto Caño Negro y los parques nacionales Volcán Arenal, Cahuita, Corcovado, Volcán Irazú, Manuel Antonio, Volcán Poás, Volcán Rincón de la Vieja, Volcán Tenorio y Tortuguero
Sobre el espejo de agua que da vida al humedal del Refugio Nacional de Vida Silvestre Mixto Caño Negro se extiende un sendero suspendido sobre pilotes, su objetivo es brindar a los visitantes una plataforma natural única para el avistamiento de aves. Su diseño fue planteado por ornitólogos que entendían con claridad los intereses del tipo de turista que visita esta área natural.
Este tipo de infraestructura, pensada para fomentar el enlace entre la conservación, el turismo y el desarrollo local, no hubiera sido posible sin el Proyecto Fortalecimiento del Programa de Turismo Sostenible en Áreas Silvestres Protegidas, conocido también como BID Turismo, del cual se beneficiaron otras diez áreas protegidas.
El Proyecto inició en octubre del 2011 pero estuvo a punto de perderse por la mala ejecución que tenía, hasta que existió un compromiso de parte de la Administración Solís Rivera de salvarlo para bien de las áreas protegidas y las comunidades
El fin principal de este proyecto era fortalecer el turismo sostenible facilitando el trabajo entre el Gobierno, las municipalidades, las comunidades y fortaleciendo las capacidades del SINAC.
Las áreas beneficiarias fueron el Refugio Nacional de Vida Silvestre Mixto Caño Negro y los parques nacionales Volcán Arenal, Cahuita, Corcovado, Volcán Irazú, Manuel Antonio, Volcán Poás, Rincón de la Vieja, Volcán Tenorio y Tortuguero.
Las obras incluyen senderos interpretativos, plataformas de observación, baños, cambiadores e infraestructura para la accesibilidad, entre otros rubros destinados a incrementar el atractivo y apreciación de las áreas naturales. El proyecto tenía, además, como componente la gestión sostenible del turismo y otro de fortalecimiento institucional.
Hoy se cuenta con planes de turismo sostenible y una nueva metodología que permite gestionar el flujo de visitantes tomando en cuenta indicadores de bienestar de la biodiversidad y los ecosistemas. Esto contribuye a que cada área defina de manera “sensible y variable” cuántos visitantes están en condiciones de recibir sin poner en riesgo el entorno natural.
“Este programa deja una puerta abierta para continuar adelante con el fortalecimiento de encadenamientos productivos apoyados desde la comunidad, un proceso que ya empezó pero que deberá continuarse de manera consistente para beneficiar a las comunidades y grupos organizados que protegerán estas áreas y le darán un desarrollo sostenibles”, indicó el Ministro de Ambiente y Energía, Edgar Gutiérrez.
Para darle más solidez a esta inversión el SINAC se ha planteado que parte del presupuesto de la institución vaya al mantenimiento de las construcciones, mientras que otra parte de la responsabilidad recaerá sobre las comunidades y grupos organizados a quienes se les ha cedido la gestión de cierta infraestructura como parte del fortalecimiento comunitario.
Del total del fondo, $19 millones fueron financiados por el BID y los restantes $ 6 millones fueron una contrapartida del SINAC, las municipalidades y el Ministerio de Hacienda. “Un proyecto como este permite aprovechar la belleza y biodiversidad que ofrece Costa Rica de manera responsable y sostenible y mejorar la calidad de vida de los costarricenses”, destacó Fidel Jaramillo, Representante del Banco Interamericano de Desarrollo en Costa Rica.