TIRA HUEVON…

Cuando un protagonista que estaba anoche en la cancha del Estadio Nacional me contó la acción del GOL de Cristian Gamboa al minuto 28 del primer tiempo, en el partido Costa Rica – Haití, me propuse que esa actitud no puede ser desconocida y dejarse para la intimidad de quienes estaban en esa gramilla.
Son milésimas de segundo en las cuales una impresionante combinación entre Ronald Matarrita, Joel Campbell y Johan Venegas culmina inflando las redes con un tiro de Gamboa. Pero hay un jugador que actúa, que ordena, que mira la opción, y lanza con fuerza un grito para que la mente de Gamboa se sincronice con la oportunidad que él estaba viendo en ese instante.
Álvaro Saborío estaba ahí, buscaba su oportunidad, pero en ese instante el destino lo puso para que con toda el alma a escasos metros le “gritara” a Gamboa, “…TIRA HUEVON….” Y de inmediato esas 35 mil almas, y un país completo estallara de emoción.
El fútbol es trabajo en equipo, es compartir, es ver lo que el otro no ve, es orientar, es acompañar y juntos labrar el éxito, por eso sin desmeritar la brillantez de la jugada de Matarrita, Campbell y Venegas, quiero destacar la acción de Saborío, quien salta en las sombras del anonimato, como el hombre guía, el que mira el hueco, el que lanza la orden final a quien debe soltar el gatillo para “fusilar” al rival.
Gamboa escucha y cumple, “revienta” de emoción a millones de habitantes de un pequeño país, y en segundos manda un mensaje a miles de kilómetros -al futbol inglès- en donde trabaja horas extras para ganarse un cupo, para lograr una oportunidad y brillar con luz propia.
El trabajo de Oscar Ramírez y su cuerpo técnico mostraron en este partido esa unidad, esa comunión entre todos los actores que “integramos” una selección nacional, y la “orden de Sabo” y el gol de Gamboa, es la consecuencia de que todos debemos trabajar juntos y soñar con Rusia 2018.