“ALCALDES Y ARLEQUINES” (y II Parte)

“Cada pueblo tiene el gobierno que se merece” (Adagio)
Discrepa mi amigo Juan Antonio Prieto Araque de la alabanza al “Kichi” (José María González, Alcalde de Cádiz); sin embargo, por estas tierras gaditanas, el pueblo está contento con el que entregaron el bastón de mando de la capital andaluza, la más sureña de la piel de toro. “La contentera” es por haber reducido el déficit municipal en un 30% en 4 meses y terminado con décadas de gobierno de derechas (Teófila Martínez), darle espacio a la población en actos populares a los que solo tenían acceso los privilegiados: familiares y amigos de la alcaldesa y sus munícipes. Ejemplo: hoy se celebra la final con la actuación de 15 agrupaciones (cuatro coros, cuatro chirigotas, cuatro comparsas y tres cuartetos) en el Gran Teatro Falla de Cádiz. Allí concursan grupos, fundamentalmente de la provincia, con las célebres “chirigotas” -“hacer reír al público a través de la crítica satírico-humorística de acontecimientos y/o personajes entre los que la corrupción y los devaneos son parte del guion”-. A este acto ingresaban (Gran Teatro Falla) solo los designados por los jerarcas; mientras que ahora “el Kichi”· reserva los palcos para los más desfavorecidos, que por primera vez -en su vida- presenciarán, “en vivo”, lo que para los gaditanos es tradición: la fiesta del pueblo, para el pueblo.
Y a este lado del “charco”, desde Sanlúcar de Barrameda, de donde partieron las calaveras hace 5 siglos, recordamos que ya esperan las urnas en las que “los ticos”, elegirán a quiénes integrarán los gobiernos municipales: alcaldes, regidores síndicos y concejales. Debe haber un gran pastel a repartir, teniendo en cuenta el despliegue propagandístico de quiénes optan a esos puestos. Se prodigan “los pegabanderas” en comunidades, ofreciendo “el oro y el moro”. Empero, ya nadie engaña a nadie: buscan servirse y no servir. Por ende, hay que pellizcarse antes de depositar el voto y hacer un ejercicio: ¿los que quieren reelegirse van a hacer algo diferente a lo que ya hicieron? Y de los nuevos: ¿quiénes han destacado por su compromiso social? Conclusión: ¡Que Dios nos agarre confesados!