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“EL DILEMA DE GUARDIOLA”

“Messi es demasiado bueno…”
Josep “Pep” Guardiola

“Cría cuervos y te sacaran los ojos”, reza el adagio. Lionel Messi, gestado en La Masía, bajo el manto de los principios futbolísticos “culés”, a la vera de la herencia del tulipán Johan Cruiff y con los mejores profesores: “Charly” Rexach, “Tito” Vilanova y «Pep» Guardiola, entre otros mentores, es el mejor producto que haya brotado jamás de la brillante y prolija fábrica de «Can Barca».
Ha sido “Pep” siempre fiel a su estilo. Su pasión por el arte de jugar bien al fútbol se plasma en sus equipos. No obstante, bien sabe el referente y laureado técnico que además del valor agregado de la exquisitez técnica de su planilla, hay otro aspecto para no obviar: los recursos tácticos.
La comparación es odiosa pero José Mourinho no habría salido del Nou Camp goleado. El lusitano consciente de la debilidad de su ejército, habría puesto trampas y trincheras por los trillos que conducen al área, en los que Messi es pródigo a incursionar. Guardiola no es así… Aun consciente de la debilidad de su tropa, con Alaba, Ribéry, Robben, Javi Martínez y «disminuidos» Dante, Mario Goetz y Lewandowski, fue leal a su ADN y llegó al recinto blaugrana a “atacar y proponer”.
Le duró, al huésped de lujo en su propia casa, poco más de una hora su libreto. Estaban los pupilos de Luis Enrique sorprendidos ante el arrojo del Bayer Múnich, que jugando lejos de su marco, les presionaba desde la salida. Empero, eso significaba jugar en el alambre: dejar 50 metros abiertos con un solo jugador en reducto propio (Manuel Neuer) era apuesta exagerada y casi suicida.
Antes, el guardameta germano había dado muestras de su capacidad en el uno contra uno, e incluso como auténtico libero, pero… «tanto va el cántaro a la fuente, que termina por romperse”. Los primeros quince minutos del encuentro son antológicos: para grabar y ver una y mil veces. La brillantez y osadía de ambas oncenas, el afán de ir al frente y cambiar ataque contra ataque, eran una delicia para el espectador, en el estadio y en todo el planeta futbol, a través de la televisión.
Berlín, 6 de junio, se alejó de Múnich. El F.C. Barcelona tiene billete para viajar la final. Mientras, juventinos y madrileños se las verán en el Bernabéu. Hay fe en los “Carletto boys”, pero Buffon, Pirlo, Tévez, Vidal y demás, tienen calidad, oficio y argumentos más que de sobra. ¡Cuidado!
El dilema de Guardiola siempre está resuelto: jugar bien para ganar. Él no entiende de otros sistemas, menos riesgosos y más productivos en ocasiones. No obstante, es cuestionable minimizar el poderío de las tropas enemigas y pretender luchar cuerpo a cuerpo, aún en desventaja. En todo caso, ¡Chapeau! a Guardiola por su fidelidad. Y a Messi por la genialidad.

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