
“EL MUÑECO NO ESTÁ ENTERRADO EN CANTARRANAS” (III Parte)
¿Cómo no van a burlarse de ´las cartagadas´?
Suceden cosas inexplicables en el C.S. Cartaginés que apostillan el término “cartagadas”. Cuando a un personaje de sangre azul, como Mackoy Quiros, con identidad y compromiso con la institución, le destituyen después de tres décadas en el club, es de suponer que existan razones poderosas; pero después, al anunciar que su puesto lo ocupara Rodolfo “Fofi” Arias, se resquebrajan los cimientos del “Fello” Meza, ante semejante incongruencia.
En Cartago (en otros lugares también), la gente sabe, ve y piensa, pero calla y no confronta. Todos saben quién lleva décadas dirigiendo la Escuela de Futbol de la L.D. Alajuelense en Cartago (en los Salesianos), donde todo se paga: inscripciones, cuotas, uniformes, excursiones, etc., a cambio de ilusionar a los güilas con que algún día jugaran en el Morera Soto. Y ahora para colmo (¡vaya usted a saber por qué!), se les antoja ponerle al frente de las Ligas Menores del C.S. Cartagines. Surge la duda: ¿qué atestados se necesitan para ese cargo? No en vano, nadie desconoce que la trayectoria de “Fofi” Arias al frente de la Selección de Cartago de Juegos Nacionales ha sido calamitosa: hace dos años regresó con más de una veintena de goles recibidos y en la siguiente eliminatoria ni siquiera clasificó. Luego, tras el desastre, un miembro del Comité Cantonal de Deportes aireo “que habían botado 500 mil colones mensuales durante dos años con el entrenador”; si bien lo dijo en corrillos y no en los estrados requeridos: típico ejemplo de lo que significa hablar y no dar la cara. En consecuencia, es de esperar que algún accionista pida explicaciones a la Junta Directiva: ¿Las ligas menores brumosas serán la cantera de “los manudos”?; o quizás alguien pregunte: ¿Se puede servir a dos amos a la vez, sin traicionar a uno?
Si eso sucede en las bases del equipo de “la vieja metrópoli”, qué no pasará en el primer equipo, donde las últimas temporadas, brasileños, argentinos, chapines y uruguayos se apoderaron del vestuario, inflando la planilla en tickettes aéreos, alojamiento en hotel, apartamento con muebles y menaje, además de ficha y salarios desproporcionados, a cambio de mucha fiesta, bastante guaro y cero rendimiento, eso sí, con la venia de quien los trajo, que andaba en lo mismo.
Mañana seguimos…