
“HOY KATHERINE TENDRIA 24 AÑOS”
“Es fatal entrar a cualquier batalla sin la voluntad de ganarla”
Douglas McArthur
Una tarde llegó un matrimonio al programa “Mano a Mano”, con una niña angelical. Estaban librando una lucha sin cuartel. La tenacidad era por sobrevivir. Katherine, una niña de 8 años tenía leucemia. La solución no estaba en Costa Rica sino en Estados Unidos, pero la operación costaba decenas de miles de dólares, muy alejados de la sposibilidades de la humilde familia.
Por más propiedad que se vendiera, rifas, actividades en el colegio turnos y todo tipo de eventos, el tiempo era tan cruel como la enfermedad que recorría el cuerpecito de aquella pequeña, con sonrisa a flor de piel, ojos claros y vivarachos, y enormes ganas de jugar, saltar, correr y… crecer.
Cuesta escribir, pero más aún reconocer que por más asociaciones que existen -se dice, sin ánimo de lucro- la ayuda de una de ellas fue de ¡10 mil colones! Con esa “generosa ayuda” , ni para los pases de San Isidro de Heredia a San José.. En consecuencia, la desesperación atenazaba a quienes buscaban ayudaba por todas partes: familiares, amigos y compañeros de colegio.
Gracias a muchos y en un espacio de poco más de dos meses se recaudaron más de veinte mil dólares, en ese momento necesario para que Katherine ingresara en el centro hospitalario, que desde tiempo atrás la estaba esperando.
Finalmente Katherine, con un arco iris y esperanza en el horizonte pudo viajar a la tierra del “Tío Sam”. Candelas encendidas y rezos fervorosos en el cantón herediano sostenían, día y noche, la tenue posibilidad de ganar la batalla por la vida: la única que interesaba. Empero, en pleno mundial de Francia 98, mientras “la roja” desperdiciaba su potencial con Javier Clemente de entrenador y Zinedine Zidane llevaba a “les bleus” al Olimpo. llegó la noticia…
Hoy es el día mundial del cáncer. A todos toca, de pleno, de cerca o lejos. Difícil que alguna familia no sufra este flagelo. La concientización es grande en la comunidad, pero no en todas las instituciones gubernamentales. Pareciera que tiene que morir alguien para que nazca una Fundación y ésta, con iniciativa privada, inicie la lucha de la prevención. Sobran ejemplos… Ana Gabriela Ross y su legado, es una de ellos.
A Katherine que se fue… Despacio, muy despacio. Un rio de sangre envenenó su cuerpo sin que la diera tiempo, ni siquiera a jugar, cuando apenas empezaba a vivir. Hoy tendría 24 años.