“LA CAÍDA DE UN ÍDOLO”
“La sociedad necesita líderes, no ídolos” (Juan Pablo II)
Conjugar esfuerzo, musculo y talento ha gestado ídolos que todo lo que tocan lo convierten en oro. Pero estos deportistas, en algunos casos se desmoronan e ingresan en un escenario de soledad y frustración, terminando por matricularse en una larga lista de ídolos de barro
La NBA es origen y final de los basquetbolistas que buscan la gloria. Esos “mastodontes” coordinados, que superan los 2 metros de altura, tienen una prodigiosa mano para lanzar a media y larga distancia y encestar ante el delirio de sus fanáticos.
Lamar Odom, carismático y popular jugador que transitó por diversos equipos de la liga americana, se encuentra ingresado en un hospital de Las Vegas luchando por su vida. Está en coma, su corazón late muy débil y tiene serias dificultades en riñones y pulmones: un respirador artificial le mantiene con vida.
Se sabe que el jugador acudió en solitario el sábado a un prostíbulo de Pahrump (Nevada) y pasó varias días de fiesta. El pasado martes fue hallado inconsciente en su habitación por una chica que alertó al manager del burdel. Éste, al observar “un líquido viscoso que salía por su boca y nariz», avisó a los servicios de emergencia. Se comprobó: Odom habría estado tomado un sustituto de hierbas en vez de viagra.
El equipo médico tuvo que emplearse a destajo para mantener con vida a Odom, durante «un crítico viaje en ambulancia» hasta su ingreso en el Sunrise Hospital de Las Vegas
Lamar Odom, de 35 años, lleva años sumido en una espiral de problemas depresivos y consumo de drogas (ya fue ingresado para tratar de superar su adicción), acrecentados tras su separación de la «celebrity» Khloé Kardashian. Odom jugó con los Clippers; después en los Lakers fue pieza claves para los dos anillos conquistados por los angelinos (2009 y 2010); además de ser “Mejor Sexto hombre temporada 2011”. Su declive inició al ser traspasado a finales de ese año a los Mavericks. Luego regresó a los Clippers y más tarde firmó en el Baskonia (Febrero 2014), donde sólo jugó dos partidos: se le rescindió el contrato. Desde entonces, no se le ha vuelto a ver vestido de corto, tras ser cortado hace más de un año por los Knicks de Phil Jackson. Lamar Odom, otrora ídolo, vuelve a ser noticia… Es una nueva versión de “la caída de un ídolo”.
