
“MALOS PERIODISTAS Y ESTAMPILLAS”
“También hay malos periodistas” (Wanchope. DT. Costa Rica)
Tras la brillantísima e histórica presentación en la “World Cup Brasil 2014”, llegó un periplo de dimes y diretes, en los que los discursos de los federativos iban cambiando cuando, uno tras otro de los supuestos candidatos al puesto de DT de la Selección Nacional de Costa Rica, desaparecían de la fila de aspirantes al banquillo de “La Tricolor”. Y Como el tiempo corría, se tomó una decisión que contrariaba lo antes anunciado: “Wanchope no es candidato. Tiene que seguir adquiriendo experiencia”. Mensaje aireado que los aficionados costarricenses, e incluso los directivos con poder de elección, se creyeron.
Al no fructificar las gestiones con un entrenador (Gareca) que se decía estaba “90% contratado”; sin olvidar a otros que -se dijo- rechazaron oferta o no llegaron a ningún acuerdo, es que se sacó “un domingo siete” de la chistera y “donde dije digo, quería decir Diego”. Aplicó la perplejidad.
Han pasado más de nueve meses del parto requerido y las consecuencias de aquella decisión emergente y sin el sustento requerido para otorgar la responsabilidad de dirigir una empresa de tal magnitud como lo es la Selección de Costa Rica, no es la esperada.
Pero como “sarna con gusto no pica”; ahí están los que sutil o descaradamente querían estar adonde ahora están. Por ende, deben asumir las consecuencias y no echar balones fuera, ni mucho menos, argumentar como gran excusa “que también hay periodistas malos”. Y no existe razón alguna para tal acusación, ya que es obvio que los profesionales de la comunicación, pasaron por las aulas y después ingresaron en la competencia laborar, para desarrollar una profesión que les exige capacidad, cualificación y experiencia. Caso éste no atribuible a muchos de los que asumen la Dirección Técnica, sin que tengan estudios, títulos, experiencia, horas banquillo, ni méritos.
En consecuencia, “que nadie pida peras al olmo”. Tampoco es de recibo creerse lo que nos cuentan, ya que es diferente a lo que se observa en la cancha. Conclusiones: la zona de confort, escasez de hambre de gloria, futbolistas que sólo exigen condiciones y, sobre todo, arrastrar una temporada deficitaria en cuanto a rendimiento, desemboca en un grupo (no equipo) que acude al pasado o al álbum de estampillas coleccionables de Brasil 2014, pero no demuestran, con rendimiento, los que se espera de unos seleccionados. ¿O a la Selección no van los mejores?
Se observa, con criterio profesional, en la “Copa de Oro 2015”, déficit de entrega, trabajo, conjunto y resultados, con futbolistas que fueron… pero ahora no son. O no están en condiciones.
Y si hay malos periodistas, también hay malos entrenadores. Y otros que no lo son. Guste o no.