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“RODOLFO, `CASITO´, `HABIBI´, AMIGO”

“`Habibi´, vamos a almorzar y arreglamos esto” (Rodolfo Esquivel Víquez)
La vida es un viaje sin fecha de caducidad. A veces nos traza caminos sin destino conocido o construye dos tramos bien distintos: uno para los que se van y otro para los que se quedan. Irremediablemente, la vida, nos sorprende, abraza o caprichosamente nos arranca abruptamente a un ser muy querido, sin ni siquiera darnos espacio para despedirnos.
Puñalada trapera en lo más hondo del alma, la marcha de Rodolfo “Casito” Esquivel Víquez y seguro que los cimientos de “la ciudad de las flores” se habrán resquebrajado. Luto en el Palacio de los Deportes de Heredia, en “el team”, en el mundo de los rallyes, en las múltiples disciplinas y, sobre todo, en el círculo de numerosos amigos.
La última vez que nos vimos fue en la despedida de otro amigo: Víctor Manuel Garita; días después una llamada -preocupado por la salud- y el compromiso: “Amigo, un día de estos voy y almorzamos en Cartago”. Pero el tiempo y la distancia nos traicionó (a los dos) y ahora de repente el recuerdo para quien sin ser político ejercía como tal y tendía puentes de plata allí donde había conflictos. Le gustaba decir: “´Habibi´ vamos a arreglar esto…” y ya tenía organizada una reunión de las partes en disputa, siempre con mantel y buen vino.
De Rodolfo “Casito” muchas anécdotas… La inauguración de la embotelladora de Aqua; la presentación de “La Quinta Estación”, con protocolo y fotos con “la estrella” (Natalia Jiménez), para que apenas iniciado el concierto (¡qué ironía la vida!), un pre-infarto y asistencia de “Habibi” con traslado al Hospital. Luego, superado el problema, iniciar una surrealista madrugada sentados en el bordillo de la acera, comentando el lado humorístico de lo sucedido; o cuando los Harlem Globe Trotters visitaron el Palacio de los Deportes, las canastas fueron preámbulo de una cena de amigos; o la mañana que al club rojiamarillo le cerraron el estadio y “todo siguió como si nada hubiera pasado”, gracias a “su complicidad”. Y así, tantas y tantas historias, frustraciones y alegrías vividas en el Eladio Rosabal Cordero, consecuencia de los buenos resultados del equipo o las muchas desavenencias futboleras de los protagonistas: futbolistas, técnicos o dirigentes.
Es de suponer que “Cali” Seque ira, Víctor Hugo Víquez, los Arias (Don Oscar y Don Rodrigo), José Manuel Ulate (“el mejor alcalde”, para todos) y tantos otros, hoy llorarán la pérdida del amigo o “Habibi” –así le gustaba, tras plagiarlo de Aquíl Alí-.
¡Qué tristeza la partida, antes de tiempo, de Rodolfo, “Casito”, “Habibi”, Amigo!

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