
“UN ANTES Y UN DESPUÉS DE LUIS” (I Parte)
“Ganar, ganar, ganar, ganar, ganar y volver a ganar. Eso es el fútbol”
(Luis Aragonés qepd)
El 1º de Febrero del 2014 se marchaba “el Sabio de Hortaleza”. Y lo hacía para siempre. Los “colchoneros” llenaron de lágrimas su rostro y el futbol español enluteció. Aquel otrora número 8 rojiblanco le había dado todo al futbol y un legado insuperable, tanto en la cancha como en el banquillo, dejando grabado su mejor sello y etiqueta de calidad: los tiros libres y el “tiki-taka”.
Dirigiendo al Atl de Madrid le tocó salir de los infiernos y ascender a la Primera División al segundo intento, ya que en el primero, el “goal-average” se lo impidió, que no los puntos. Llenó el Vicente Calderón en la categoría de plata, tal cual fuera la máxima, al igual que todos los estadios donde se presentaba “El Pupas”
Luis Aragonés, madrileño de pro, “merengue” en sus orígenes y atlético por genética, tenía ese “tip” de genio, un poco loco y todo el tiempo auténtico, siendo de esos personajes que se les quiere u odia, aunque al final se les reconoce su talante, genuino carácter y fuerte personalidad.
La Selección española, plagada de estrellas, en cuanto torneo participaba era favorita, pero luego en el camino “algo” pasaba. Una Eurocopa de Selecciones nacionales (1964) ganada en Madrid, en época franquista, ante la URSS, sabía a poco, hasta que llegó “Zapatones” a poner orden en el vestuario de “la roja”, para acudir a la “Eurocopa Austria-Suiza 2008”. Allí, en la propia Viena –“la ciudad de los Palacios”-, hizo bailar el vals a los seleccionados, en una prodigiosa “Euro”, donde surgió el grupo de “los jugones”: todos de pequeña estatura, con música y arte en los botines, casos Cazorla, Iniesta, Xavi, Césc, Villa, Silva y cía., además del estilete, “El Niño” Fernando Torres, al frente. En el Ernst Happel “la furia roja” dejó de ser musculo, fuerza y garra para convertirse en orquesta afinada, cuyo circuito de pases de pie a pie (“tiki-taka”) terminaba por marear a cuanto rival se le ponía al frente. Y es así como arranco la época gloriosa de “la roja”, que heredó Vicente Del Bosque, dándole continuidad al mismo estilo, filosofía y libreto.
Mañana seguimos…